Lamentablemente, pese al esfuerzo de las autoridades hípicas y el gremio de propietarios por hacer valer las reglas de juego y mantener la continuidad del espectáculo, la representación de los jinetes venezolanos se ha mantenido intolerante en su intención de violentar en Reglamento de Carreras y desconocer sus contratos de monta, en defensa de una exigencia que bien pudo tratarse en una mesa de trabajo, donde se discutieran los alegatos de cada parte. Como lo dijimos en la entrega anterior, los jinetes no han propuesto cambios, ni solicitado revisiones al Reglamento, ellos intentan imponer una orden, saltándose cualesquiera normas e irrespetando a las autoridades en una especia de ...o gano o arrebato. Lo grave de todo no es la suspensión de las carreras un fin de semana, si se mantiene la presión se pone en peligro la celebración de la Gala Hípica de Caracas, un evento internacional que tiene alojadas en La Rinconada distintas representaciones de Panamá, México y Estados Unidos, con el compromiso económico que ello significa. Los Comisarios fueron tajantes al afirmar que los jinetes que no cumplan sus compromisos de monta serán sancionados, y los jinetes -a su vez- han amenazado con paralizar las actividades en el resto de los hipódromos. Así no se puede. Lo cierto es que llegamos a un punto que puede -y debe- generar mayores consecuencias cuando se exijan responsabilidades; mientras tanto, otra vez pierde el hipismo.!
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